miércoles, 5 de mayo de 2010

Rock In A Hard Place

¿Se imagina alguien a AC/DC sin los hermanos Young, sin Angus ni Malcolm? Difícil, ¿verdad? Pero ¿y si los sustitutos hacen que los olvidemos y mantienen el nivel? ¡No, eso ya no! ¡Burla, escarnio, algo así no puede suceder! Pues sí que puede, nada es sagrado, y pasó con Aerosmith en Rock In A Hard Place, publicado en 1982. Con Joe Perry y Brad Whitford (que toca la guitarra rítmica en un único tema del álbum, Lightning Strikes) fuera del grupo, Jimmy Crespo y Rick Dufay les sustituyen con absoluta solvencia, especialmente Crespo, que se revela como un solista de altos vuelos (y que, por cierto, ya había colaborado en Night In The Ruts sin aparecer en los créditos). Se pongan como se pongan los seguidores más recalcitrantes del quinteto de Boston.

Poco apreciado por gran parte de la crítica (creo que la ausencia de Perry y Whitford supone un prejuicio demasiado fuerte), Rock In A Hard Place es, en mi opinión, un muy buen disco de principio a fin, cien por cien Aerosmith, sin caer en la superproducción de obras posteriores (aunque musicalmente espléndidas) como Permanent Vacation y Pump, que catapultarán al grupo de nuevo al éxito masivo. Es un trabajo más sobrio pero a la vez más fiero. Bitch's Brew y Bolivian Ragamuffin dejan bien claro que Yardbirds y Zeppelin son tanta o más influencia que Stones y Beatles en Aerosmith, aunque Steven Tyler y compañía posean ese sonido tan característico que domina Jailbait, Lightning Strikes o Rock In A Hard Place (Cheshire Cat). No falta, claro, la balada de rigor, y Cry Me A River es hermosa y contenida. Cierran el elepé los aires del Randy Newman más desenfadado que trae Push Comes To Show, con Steven Tyler y Paul Harris al piano.

De todos modos, y pesar de la prestancia mostrada por el tándem Crespo/Dufay, Perry y Whitford recuperarían las seis cuerdas perdidas en el siguiente y semiolvidado Done With Mirrors, por el que también siento especial aprecio. Demasiado era el peso y la calidad de quienes habían grabado Aerosmith o Toys In The Attic; demasiado poco comercial, quizá, el camino que Rock In A Hard Place dejaba entrever. Más allá de sus estrictos y perdurables logros estéticos, que los tiene y muchos, el elepé ha quedado como ejemplo de que (casi) nadie es insustituible en esta vida y de que siempre será mejor la relativización que la idolatría, el criterio limpio de elementos superfluos y externos al hecho a juzgar. Aunque hayan pasado muchos años, quizá a Joe Perry y a Brad Whitford todavía no se les haya quitado el susto del cuerpo.

4 comentarios:

  1. Seguro que les entro el susto jajajaja,muy buen comentario aunque reemplazar a AC/Dc es una mision casi imposible no crees.

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  2. La verdad es que sí lo parece, pero nunca se sabe. Un abrazo, Claudio.

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  3. Joe Perry siempre fue un poco chulete y su problema es que ha sido un "guitarhero" de segunda fila eclipsado por Steven Tyler, lo deja bastante claro en sus discos en solitario a excepción de su tema y cd "once a rocker, always a rocker", y nunca llegará al nivel de Slash por poner un ejemplo.

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  4. no , joe perry es mejor que slash

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