lunes, 6 de marzo de 2017

Generación perdida


Cojamos un hipotético dado cuyas caras contengan —hacen falta muchas más de seis, lo sé— todos los álbumes, epés y singles de Nuevo Catecismo Católico. Echémoslo al aire y dejemos que caiga: dará igual el trabajo que salga, seguro que es colosal. Los años y los cambios de formación —los hermanos Ibañez y Arturo Zumalabe siempre ahí— en nada han atemperado la imparable pegada y la perfección compositora de uno de los mejores grupos de punk rock surgidos en los años noventa. Sin rebajar la energía o plegarse a sonidos más amables, la banda donostiarra da en su cuarto elepé (Generación perdida, 1998) con un trabajo arrollador en el que el punk convive con el high energy, el hard rock y el hardcore, clásica y atronadora mezcla de donde sale su peculiar estilo. Difícil encontrar un disco que contenga versiones de Kraut, UFO, los Clash, D.O.A. y Paul Revere & The Raiders —en riguroso orden de aparición— (más un tema prestado por el rocker patrio Vincent Von Reberb, que a su vez colabora tocando guitarra, sintetizador y percusión y haciendo coros) sin que nada chirríe y —sobre todo— sin que el material original que contiene parezca desafecto al de los artistas citados. La batidora de Nuevo Catecismo Católico hace que lo que podría ser mero y vulgar amasijo se haga fórmula homogénea y rotunda, funcionando igual de bien y en la misma onda estética composiciones propias como Prefiero estar en el suelo, No soy un criminal o Generación perdida que ajenas como Don't Believe, Shoot Shoot, Safe European Home o Ballad Of A Useless Man. Éxito creativo absoluto, pues, el del grupo vasco, que seguirá repitiéndose en el futuro… al igual que lo había hecho en el pasado. Un fantástico retrato de una Generación perdida entonces ("Miro a mi alrededor / adolescentes aburridos / no pelean por nada / y hacen cosas sin sentido") que hoy ya tiene hijos y contempla cómo las cosas aún pueden ir a peor dominadas por la estulticia generalizada.

2 comentarios:

  1. ¡Otro suspenso1..., y ya van demasiados, por no haberme hecho con algún trabajo de este descomunal grupo. Aunque solo sea por el recuerdo de aquel concierto que compartimos junto a Cheetah Chrome, fantástico.
    Abrazos,
    JdG

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  2. Ahí me hice con la reedición de sus dos primeros plásticos, cierto, Javier. Cuando quieras pinchamos singles y LPs y reproducimos CDs de NCC en casa. Invitado estás.

    Abrazos.

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